Los submarinistas del Calypso acompañan a los coralistas profesionales del golfo de Bonifacio a ciento diez metros de profundidad. Estos locos del coral, con el objetivo de hacer fortuna, se exponen a situaciones de auténtico peligro, lo que provoca no pocos accidentes mortales. Nosotros, sin embargo, veremos la parte más bella de su trabajo: imágenes inigualables de un arrecife coralino en su máximo esplendor.