Para las focas no hay escapatoria. les acecha un gran tiburón blanco y está hambriento. No lo han visto y como una sobra, oculto en las profundidades vigila constantemente la superficie y selecciona su objetivo, es un misil armado con dientes lista para disparar. Cuando las focas detecten su presencia ya será demasiado tarde. los tiburones blancos no son famosos por sus acrobacias aéreas. Aprender algo más sobre la motivación de sus asaltos no será fácil, pero que parece el único lugar del mundo en el que estos animales saltan reiteradamente fuera del agua. En el primer episodio, el Mar de las costas del África del Sur es el escenario de este extraordinario espectáculo y fue el lugar del descubrimiento de este fenómeno. En la segunda parte, los científicos intentarán comprobar si estos peculiares ataques se repiten en otras partes del mundo...